Huellas

Qué empeño puse en borrar tus huellas, pensando que si no las veía ya no me conducirían hacia ti. Qué ilusa fui al pensar que esta vez funcionaría, pues olvidé que no necesito rastros porque fui yo la que construyó los mil senderos hasta ti.

De poco sirve odiarte, ignorarte o intentar olvidarte, como tampoco pude amarte cuando te tuve y preferí perderte.

Hay días en los que la huída me alcanza y en ella me rindo sin protesta. El resto del tiempo, logro tener la suficiente ventaja para mantenerte fuera de mi mente.

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Aun sin huellas ni caminos, aun rendida con ventaja… admito que pensarte, es el secreto más mío.


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